Joaquin Phoenix, uno de los actores más respetados de Hollywood, se encuentra en medio de la controversia a pocos días de presentar su película Joker: Folie à deux en el Festival de Venecia. Su prestigio ha sufrido un golpe significativo tras haber abandonado un proyecto dirigido por Todd Haynes apenas cinco días antes del inicio del rodaje, lo que resultó en la cancelación de la película y dejó a numerosos empleados en una situación incierta. Esta decisión ha irritado profundamente a la industria, especialmente al gremio de productores, que ahora lo consideran un actor “inasegurable”.
El comportamiento errático de Phoenix no es nuevo. Un reciente artículo de Hollywood Reporter revela otro incidente durante la filmación de Napoleón, dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Phoenix junto a Vanessa Kirby. Aunque la película apenas generó beneficios y recibió críticas mixtas, el rodaje estuvo marcado por tensiones entre Phoenix y Scott. El director admitió en entrevistas posteriores que tuvo que reescribir partes de la película para acomodar al actor, incluso llegando a integrar al reconocido cineasta Paul Thomas Anderson en el proyecto a petición de Phoenix.
Anderson, con quien Phoenix ya había colaborado en The Master y Puro vicio, fue contratado para reescribir el guion tras amenazas del actor de abandonar Napoleón si no se cumplía su exigencia. Este episodio ha generado aún más fricciones en la industria y ha puesto en duda la fiabilidad de Phoenix como profesional.
