Así como las fresas con crema son un símbolo en Wimbledon, las tortas ahogadas aspiran a encontrar su espacio en el Abierto de Guadalajara. La séptima edición del torneo jalisciense concluyó en 2024 y, a pesar de sus altibajos, cuenta con respaldo internacional para consolidarse como una tradición en el tenis. Este es el objetivo de su promotora, Octagon, en el largo plazo.
Alistair Garland, vicepresidente de Octagon, expresó en una entrevista con El Economista: “La relación con GS Sports Management, que representa a los dueños, la familia Santoscoy, es sólida. Estamos trabajando juntos para construir un legado de tenis en Guadalajara. Ellos han demostrado que la ciudad puede ser un gran destino en el WTA Tour, y nuestro plan es establecernos aquí a largo plazo”.
Octagon, fundada en 1983 y con sede en Los Ángeles, tiene más de 50 oficinas en 22 países. La agencia ha ganado relevancia en el tenis, organizando eventos como el Abierto de Tokio y el de Luxemburgo. Desde 2019, Octagon, junto a Gustavo Santoscoy Arriaga, ha llevado el torneo WTA de Guadalajara desde la categoría 125 hasta convertirse en un WTA 500 en 2024.
