Creada en 2015, la Orquesta Sinfónica Comunitaria Voces y Sonidos Mágicos de Huasca ha ido más allá de ser solo un espacio para el desarrollo musical. Este proyecto ha logrado convertirse en un lugar donde los niños y jóvenes no solo descubren su talento para la música, sino también un sitio donde se fomenta su crecimiento integral. A través de la disciplina artística, los participantes tienen la oportunidad de explorar, expresar y experimentar una amplia variedad de emociones, mientras aprenden de manera lúdica.
Frida Medina Funes, actual directora de la orquesta, explicó que este proyecto forma parte del Programa “Semilleros Creativos” de la Secretaría de Cultura y el Sistema Nacional de Fomento Musical. Dicho programa busca brindar oportunidades a los niños de Huasca y sus alrededores para que puedan desarrollar sus habilidades musicales. Muchos de ellos han descubierto su talento al estar en contacto con los instrumentos musicales por primera vez gracias a este proyecto.
Inicialmente, la agrupación surgió como una banda enfocada en instrumentos de aliento y percusión. Con el paso del tiempo, el proyecto evolucionó hasta convertirse en una orquesta sinfónica. Medina Funes, quien ingresó hace aproximadamente seis años como docente de la cuerda aguda, enfocándose en instrumentos como el violín y la viola, asumió la dirección de la orquesta hace un año. Desde entonces, ha impulsado el crecimiento y consolidación de la agrupación.
La orquesta está compuesta por niños de entre 7 y 17 años. Actualmente, 30 de estos jóvenes forman el grupo que participa en las presentaciones públicas, aunque en los talleres y clases de instrumentos hay 42 niños inscritos. Medina Funes mencionó que el proceso de integración a la orquesta es gradual, ya que los estudiantes van adquiriendo las habilidades necesarias para formar parte del grupo principal a medida que avanzan en su formación musical.
