En un suceso sin precedentes en la historia del fútbol varonil de los Juegos Olímpicos, el enfrentamiento entre Argentina y Marruecos se vio marcado por una serie de eventos extraordinarios. El partido, celebrado en el estadio Geoffroy-Guichard de St-Étienne, estaba empatado 2-2 cuando se añadieron 15 minutos de tiempo extra.
Durante el tiempo añadido, algunos aficionados invadieron el campo, lo que llevó a la suspensión temporal del encuentro. El partido fue dado por concluido tanto por el sitio oficial de los Juegos Olímpicos como por las redes sociales de ambos equipos. Sin embargo, la situación dio un giro inesperado cuando, dos horas después de la interrupción, los jugadores regresaron al campo para disputar los tres minutos restantes del tiempo añadido, esta vez sin público en las gradas.
En esos minutos adicionales, el árbitro revisó y anuló un gol marcado por la escuadra argentina. Como resultado, el equipo de Marruecos se quedó con la victoria por 1-2, sellando su triunfo en este encuentro tan peculiar.
Aficionados del balompié han expresado indignación ante este aumento de tiempo extra en un partido de fútbol.
Con información de Excelsior
