En un hecho histórico para el campo hidalguense, la Procuraduría Agraria inauguró el primer Centro de Atención Agraria (CDAA) en el ejido Huasca, justo cuando cumple 100 años de su fundación. Este espacio atenderá a 62 núcleos agrarios de cinco municipios, marcando el inicio de un nuevo modelo territorial que promete enterrar las prácticas neoliberales de privatización.
El procurador Víctor Suárez Carrera reveló que este centro es solo el primero de 40 que operarán en Hidalgo, y de 1,000 a nivel nacional. “Acabó la era del despojo y la burocracia”, declaró, enfatizando que la tierra ejidal es estratégica para la soberanía alimentaria. El modelo incluirá proyectos de turismo comunitario, manejo sustentable de recursos y protección especial para mujeres y jóvenes rurales.
Durante el emotivo acto, Suárez Carrera rindió homenaje a los fundadores del ejido: “Sus abuelos lucharon por esta tierra, ahora nosotros la defendemos”. El centro operará con un enfoque feminista y comunitario, rompiendo con el antiguo esquema de oficinas centralizadas que dificultaban el acceso a la justicia agraria.
Esta apertura coincide con el “Segundo Piso” de la 4T, que busca transformar radicalmente la relación del Estado con el campo mexicano. Los ejidatarios celebraron la medida, pero exigen ver resultados concretos contra caciques y fraudes notariales que aún persisten.
Mientras las autoridades prometen “acabar con la corrupción agraria”, los verdaderos testigos serán los campesinos que por décadas sufrieron despojos. Este centro representa su última esperanza para una justicia que siempre les dio la espalda.
