En un despliegue de talento y estrategia, la Selección Nacional de México apagó las críticas y despejó dudas sobre su capacidad al vencer cómodamente 3-0 a Panamá en la semifinal de la Nations League, asegurando su lugar en la gran final contra Estados Unidos. El partido, celebrado en la víspera, mostró a un equipo mexicano revitalizado y dominante, muy distinto a la presión y tensión que se le atribuían antes del encuentro.
Bajo la dirección de Jaime Lozano, el equipo tricolor exhibió una de sus mejores versiones recientes, controlando el juego desde los primeros minutos y mostrándose superior a una selección de Panamá que, a pesar de sus esfuerzos iniciales, decayó a medida que el reloj avanzaba.
El primer gol llegó de la mano de Edson Álvarez al minuto 40, en un momento crucial cuando Panamá empezaba a mostrar signos de peligro cerca del arco defendido por Guillermo Ochoa. Este tanto no solo abrió el marcador, sino que también fortaleció la moral del equipo mexicano.
Apenas tres minutos después, Julián Quiñones, respondiendo a las críticas y demostrando su valor en el campo, anotó el segundo gol para México, su primero con la selección, contribuyendo significativamente al desmoronamiento del ánimo panameño.
Ya en la segunda mitad, con un Panamá desenfocado y sin la capacidad de reacción que había mostrado en fases anteriores del torneo, México se adueñó completamente del juego. Los cambios estratégicos realizados por Lozano funcionaron a la perfección, culminando con un espectacular gol de Orbelín Pineda, quien selló el marcador con un 3-0 y el pase de México a la final.
El equipo mexicano ahora se prepara para enfrentar a Estados Unidos en la final de la Nations League, un encuentro que promete ser emocionante y desafiante. Programado para este domingo 24 de marzo en el AT&T Stadium, este partido no solo es crucial por el título en juego sino también por la intensa rivalidad entre ambos equipos.
