Los bloqueos en Hidalgo tuvieron algo más que buena voluntad y solidaridad con el caso Zimapán, pues el Sindicato del Cemento usó esa tragedia para promover sus propios intereses y ahorcar una vez más a la capital de la entidad.
Este sindicato, dirigido por José Neri Ortega Blancas, organizó bloqueos en Pachuca y otras vialidades del Valle de México, afectando gravemente la movilidad de miles de ciudadanos. Sin embargo, su verdadera intención parece estar enfocada en controlar el transporte de materiales en la región, de acuerdo con algunas fuentes.
Las prácticas del Sindicato del Cemento ya son conocidas por la forma en que buscan obtener poder en la región. En 2020, bajo el gobierno de Omar Fayad, sitiaron Pachuca para obtener contratos de obra pública.
Los bloqueos del pasado 19 de febrero de 2025, inicialmente presentados como una manifestación en apoyo a las víctimas de abuso infantil, fueron denunciados por colectivos sociales como una manipulación para desplazar a los transportistas hidalguenses. El padre de las menores víctimas negó cualquier relación con los bloqueos y la diputada Alhely Medina acusó al sindicato de lucrar con el dolor ajeno.
Sindicatos como la CTM, Catem y CROC han permanecido firmes en defensa de los derechos de los trabajadores locales, lo que ha impedido que avancen los intereses del Sindicato del Cemento a pesar de los bloqueos en Hidalgo y el Valle de México. Esta disputa ha causado un colapso vial y perjuicios económicos a negocios locales.
Zimapán, comunidad de interés para el sindicato debido a las empresas mineras que se encuentran, también fue el escenario donde esta organización amedrentó a los trabajadores hidalguenses. En noviembre de 2024, llegaron helicópteros con hombres armados para intimidar a los trabajadores de la minería local.
